Comodidad, rapidez y devolución “gratuita”. El comercio electrónico se ha hecho un hueco en nuestras vidas gracias a las facilidades que nos ofrece a la hora de comprar, incluso, si no se está demasiado seguro sobre un producto. Sin embargo, pocas veces nos preguntamos cómo llegan nuestras compras desde el “carrito virtual” a casa o qué ocurre con ellos cuando se devuelven. ¿Cómo se puede reducir el impacto? La directora del movimiento Entrega Sostenible y coordinadora del comité técnico Comercio Electrónico de CONAMA 2022, May López, explica la huella de las compras a base de ‘click’ y da algunos consejos para tener en cuenta la sostenibilidad durante toda la fase de compra.
Antes de comprar, pensar
Aunque pueda parecer muy obvio, las facilidades a la hora de comprar en internet hacen que, en muchas ocasiones, no nos planteemos si necesitamos realmente ese producto o si podemos conseguirlo cerca de casa con las mismas características. La experta pide especial precaución con campañas de marketing agresivas o de grandes descuentos como, por ejemplo, el Black Friday para evitar compras compulsivas que acaban en devoluciones. “Hay que pararse, pensar y comparar. No solo los precios, si no las condiciones y valores extra que puede aportar ese producto”, indica May López.
Con el objetivo de promover un consumo responsable entre la sociedad y generar mayor compromiso ambiental entre las organizaciones, hace un año se lanzó dentro de la European Green Week y en el Congreso Nacional de Medioambiente (CONAMA 2021), el compromiso Entrega Responsable, un sello que muestra el compromiso del e-commerce por ofrecer una entrega lo más sostenible posible, teniendo en cuenta el tipo de envío, de entrega, de devolución y de embalaje. Puedes consultar los miembros adheridos aquí.
Durante la compra, planificar
¿Cuándo lo recibo?
Una vez que se hace la compra algunos proveedores dan diferentes opciones a la hora de repartirlo como, por ejemplo, el envío superurgente o en menos de dos horas. Este tipo de opciones puede implicar, en muchas ocasiones, que una furgoneta se desplace hasta tu domicilio solo para llevar un producto, generando más vehículos en las calles y contaminación. Si no es realmente urgente, se puede optar por la flexibilidad en la entrega. “Hay empresas que agrupan sus pedidos y así hacen el envío en un solo viaje. A veces solo implica esperar unos días, pero la diferencia ambiental y de recursos es grande”, cuenta la coordinadora del comité de expertos de CONAMA.
¿Dónde lo recibo?
En este sentido, López recomienda optar, cuando sea posible, por la una entrega en puntos de recogidas habilitados cercanos a tu domicilio o trabajo. Recoger tu nuevo libro de cocina en una farmacia o unos auriculares en una floristería ya es posible y puedes agrupar tus compras en un comercio local, donde también adquieras normalmente otros productos. De esta manera, se evita el impacto de ir calle a calle y te aseguras de que haya siempre alguien disponible para recogerlo, evitando entregas fallidas y que el producto tenga que ponerse en circulación nuevamente al día siguiente.
¿De qué manera lo recibo?
El transporte utilizado es otro de los factores a tener en cuenta. Cada vez hay más actores que están apostando por el transporte de primera y última milla en bicicleta o a pie. Para cargas muy voluminosas o grandes, también se puede ver el combustible de los vehículos o desde donde llega. Cuando sea posible, siempre es preferible elegir un producto que venga, por ejemplo, de tu misma comunidad o país para evitar dobles viajes, recomienda López.
El embalaje de los productos también es importante. Muchos de ellos llegan recubiertos con varias cajas, plásticos, papel, etc. Si no es muy delicado y no necesita de ellos, es mejor prevenir al proveedor para futuras compras. Te ahorrarás no solo bajar la basura después, si no daños innecesarios en el medio ambiente.
Después de la compra, valorar
¿Qué pasa cuando lo devuelvo?
La devolución de los productos comprados online aparece, generalmente, como gratuita para el consumidor, pero sí que pasa factura al medio ambiente. “Debemos trabajar para que no se produzcan devoluciones y de producirse, que se realicen de forma más sostenible: en tienda física o llevando el paquete al punto de recogida más cercano e informando de cuándo se va a recoger la devolución y como ha de tener preparado el envío para evitar incidencias”, apunta May López.
“Cuando ese producto llega desde otros países y se devuelve, a veces, no vuelve a ser vendido y a la empresa puede que no le salga rentable enviarlo de nuevo al lugar de origen y opte por destruirlo. Es un desperdicio de recursos muy valiosos que, en ocasiones, se puede evitar informándonos primero sobre las condiciones y adaptando nuestros hábitos de consumo”, aconseja.