Uno de los espacios más dinámicos del Congreso Nacional de Medio Ambiente es CONAMA Innova, que en 2022 se desarrolla por tercera vez. Dos tipos de actividades integran el programa cuidado e inédito de uno de los pilares actuales de CONAMA, en el que priman la novedad y el diálogo.
Por un lado, se ofrecen talleres formativos, tanto para convocatorias de financiación del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) como para brindar herramientas prácticas a entidades que trabajan por el entorno. Por otro, se desarrolla una muestra de proyectos impulsados por entidades españolas a la vanguardia de la sostenibilidad, gracias a la cual, técnicos de diferentes niveles de asociaciones, grandes empresas, Pymes e instituciones públicas dan a conocer sus innovaciones e intercambian ideas e iniciativas.
Como huésped de este espacio de exposición e intercambio de experiencias, la Fundación CONAMA ha invitado este año a los responsables de unas 25 iniciativas, rastreados entre los protagonistas de la innovación ambiental en España que previamente fueran escogidos por la Unión Europea dentro de sus proyectos Life, Horizonte 2020 o Interreg Europe. La condición para exponer esos proyectos en el marco de CONAMA Innova es que los mismos ya se encuentren en fase de mostrar resultados. El objetivo es ampliar el alcance de esas creaciones innovadoras que verdaderamente pueden marcar diferencia en la transición ecológica hacia una sociedad descarbonizada.
Las tres líneas en que se inscriben los proyectos presentados este año ante un público especializado (compuesto por trabajadores de la Administración pública o de grandes y pequeñas empresas, centros tecnológicos y consultorías), son: Innovación para la sostenibilidad local, Innovación para la sostenibilidad territorial e Innovación para una industria circular.
Comunidades energéticas y ciudades descarbonizadas
Con el acento puesto en el desarrollo urbano sostenible, por ejemplo, se presentó el programa europeo URBACT, que promueve la sostenibilidad en las más de 500 ciudades europeas que componen la red, en una treintena de países europeos. En su ponencia, el urbanista Jon Aguirre Such destacó el valor de la integración de las dimensiones económica, social y ambiental en el desarrollo de los tejidos urbanos, que implica, entre otras cosas, interacciones entre inversiones “duras” y “blandas” (acciones de formación, por ejemplo) o, lo que es lo mismo, “planificar también el software de una ciudad y no solamente en el hardware”.
Con la experiencia adquirida en URBACT I, II y III, en las próximas semanas se pone en marcha URBACT IV (www.urbact.eu) para le gestión territorial, el aprendizaje e intercambio en materia de sostenibilidad urbana, según informó Aguirre. Entre las expectativas, se mantiene la idea de mejorar la capacidad de las ciudades para gestionar políticas y prácticas urbanas de manera participativa; el diseño de políticas sostenibles, así como la construcción e intercambio de conocimiento entre profesionales y gestores.
A continuación, Luisa Revilla, del Centro para el Desarrollo Tecnológico y de la Innovación (CDTI), del Ministerio de Ciencia e Innovación, dio a conocer una de las Misiones con la que desde el Centro han adherido a la iniciativa Horizonte Europa, consistente en conseguir 100 ciudades climáticamente neutras para 2050, en Europa. El programa Misiones contempla acciones transdisciplinares, ambiciosas en materia climática y de salud pública, cuantificables (medición del impacto conseguido) y acotadas en el tiempo.
De lograr, al menos, 100 ciudades de más de 50 mil habitantes neutras en carbono, en las próximas décadas, se contribuirá a la descarbonización de la economía en una Europa en la que, según se calcula, el 85% de la población vivirá en ciudades, en 2050. Son las grandes ciudades, pues, un eje vital en ese horizonte Net Zero.
En España, las ciudades que se preparan para firmar esos contratos de ‘ciudades por el clima’, con claros compromisos de acción e investigación para mitigar el calentamiento global, son siete: Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valencia, Vitoria, Sevilla y Valladolid, a las que se suma Soria que, aunque no cumple el requisito de cantidad mínima de población, ha manifestado su voluntad de participar en este plan para facilitar la transición ecológica y energética.
