Fue el primer director de la Agencia Europea de Medio Ambiente, ha pasado por la administración con numerosas responsabilidades que han dejado un reguero de importantes y trascendentales avances en nuestra regulación y en la puesta en marcha de proyectos y ha impulsado y encabezado numerosas iniciativas ciudadanas como Fundación Desarrollo Sostenible, Asociación Retorna, Fundación Renovables y, más recientemente, Fundación Castillo de Chuecos para la Sostenibilidad en Regiones Mediterráneas. Forma parte de consejos y patronatos en distintas ONG Europeas y ha participado en CONAMA desde su primera edición. Domingo Jiménez Beltrán es un referente ineludible en el ámbito medioambiental.
Pregunta. Usted ha estado en CONAMA desde su primera edición. ¿Qué supone para usted?
Respuesta. El proceso de CONAMA es un milagro. Lo que ha supuesto CONAMA hay que mirarlo no solo desde un punto de vista retrospectivo, de celebración — que también—, sino sobre todo desde un punto de vista prospectivo. Hay que hacer una reflexión muy seria sobre este país porque tenemos un país fallido políticamente, un país sin proyecto de país, desnortado y desgobernado a pesar de los esfuerzos del Gobierno actual en poner las luces largas, porque seguimos con los dos bandos, en todos los ámbitos: en la esfera judicial, en la esfera económica, etcétera. Entonces, si estás en un lado no te cuestionas nada y eres de derecha o izquierda. Está ya establecido lo que tienes que pensar de impuestos, medio ambiente, o cualquier tema. Por eso es muy importante que haya espacios para encontrarse como lo es CONAMA, que ha seguido una línea de neutralidad impecable.
P. Habla de país fallido. ¿Cuál es el camino?
R. Hay que hacerse la reflexión de qué futuro le espera a nuestro país si no se le empodera a la sociedad civil, porque nuestros políticos hacen política pero no políticas, no desarrollan las políticas que son necesarias para abordar los retos que tenemos planteados. No gestionan la política del agua, del territorio, o la energética y cuando se plantean estas políticas, como creo que lo está haciendo el gobierno actual, chocamos con los planteamientos ideológicos a los que hacía mención: por ejemplo, si eres de derechas eres “antiimpuestos en general ” y si eres de izquierda eres “proimpuestos” y progresivos. Y eso no puede ser. Puede y debe haber un camino aceptable y pactable como necesario y que ineludiblemente forma parte de ese futuro sostenible al que creo todos aspiramos, que es un progreso sostenible instrumentado por una buena gobernabilidad y una fiscalidad justa que permita esa inclusión social y territorial como proyecto de futuro, un escenario donde se prime el conocimiento como clave de convergencia, el conocimiento siempre compartido con la sociedad civil. La política debe basarse en el conocimiento y no en la ignorancia porque la ignorancia va a la simplificación, nos mata el cortoplacismo y la ignorancia.
Y CONAMA es conocimiento, por eso considero que para la construcción de una sociedad más fuerte tienen que entrar en funcionamiento todas las capacidades de CONAMA, incluidas la de promotor de políticas.
P. CONAMA cumple treinta años, ¿qué reflexión le merece este aniversario?
R. CONAMA vio la luz en un momento muy oportuno, en un momento álgido para el medio ambiente como lo fue 1992 con la cumbre de Río. Es un punto de inflexión ya que por primera vez se crea una esperanza en política global en materia de medio ambiente, de impuestos globales como la tasa Tobin, ven la luz tres convenios internacionales, uno de ellos muy potente como el del cambio climático, y otros menos potentes sobre biodiversidad, en recuperación y desertificación.
Surge CONAMA en un momento fuerte, trascendental, por entonces ya era muy evidente lo que es una certeza ahora, lo que ha sido casi durante los últimos 100 años. Nos olvidamos que ya hace 120 años un premio Nobel, Svante Arrhenius, predijo con una exactitud increíble que si se duplicaban las inmisiones, la presencia de gases de efecto invernadero, iba a haber una glaciación inversa y las predicciones indican que llevamos un buen camino para acercarnos peligrosamente. Hay una lección que hay que aprender y grabársela con hierro: en los últimos 100 años como sociedad del conocimiento hemos sabido todo el tiempo lo que estaba pasando y sobre todo hemos sabido todo el tiempo lo que habría que hacer especialmente en el tema energético o en el uso abusivo del agua. Lo que pasa es que hemos sido incapaces de organizarnos, porque el desafío no es de recursos, ¡mentira!, la crisis es de gestión de recursos, la prueba, por ejemplo, puede ser Brasil que es un país fallido a pesar de contar con muchísimos recursos. Por el contrario, hay países que no tienen recursos como Dinamarca, pero que sí tienen una extraordinaria capacidad de organización, de gestión, además de generar conocimiento.
Podemos certificar que en estos 30 años ya sabíamos lo que había que hacer, aunque ahora es una evidencia que supera toda certidumbre. CONAMA debe ser una llamada para la recuperación de nuestra capacidad de gestión porque en nuestro país hacemos muchos planes pero luego no se cumplen y lamentablemente los que hacemos mal sí que lo hacemos de forma muy eficiente.
P. ¿Y cómo llevamos a cabo ese proyecto país?
R. Un proyecto país tiene que tener 3 ejes: el primero es la sostenibilidad, aplicar todas las políticas enfocadas en este sentido, empezando por la energía, si la energía cambia todo cambia; en segundo lugar, la gobernanza; la sostenibilidad no es nada sin gobernanza, que es la capacidad de generar políticas eficaces y eficientes y nuevas formas de hacer política; y tercera y no de menor importancia, no hay gobernanza sin una fiscalidad adecuada que tenga la capacidad de orientar las políticas, al contrario de lo que estamos haciendo ahora subvencionando el gas, por ejemplo.
Estamos ante un desafío. La sociedad civil tiene más peso siempre que te atrevas a romper el sesgo político y las políticas deben ser un punto de mejora de la calidad de vida de las personas. Y punto.
P. El lema de esta edición es “Protagoniza la transformación”, una apelación al conjunto de la sociedad para actuar.
R. El lema me parece fantástico. Yo añadiría un concepto: protagoniza y “responsabilízate” de la transformación. Podemos preguntarnos “¿esto se puede hacer?”. Claro que se puede hacer y si nos preguntamos dónde están los límites la respuesta es que los límites están en nuestra capacidad de gestionar el conocimiento. La sociedad civil debe ser consciente no solo de cuál es su papel sino de su responsabilidad, no nos podemos abstraer como ciudadanos. Tenemos que hacer una llamada al empoderamiento y revitalización de la sociedad civil, contamos por ejemplo con las energías renovables que son accesibles, tenemos que empoderarnos en nuestro barrio, en nuestro municipio y convertir cada territorio en un territorio fuerte desde el punto de vista de la sostenibilidad, territorios autosuficientes en energía y en todos los territorios costeros autosuficientes en energía y agua porque podemos perfeccionar el sistema del agua para tener los mínimos consumos.
Para esta movilización de la sociedad es muy importante que contemos con herramientas como lo es CONAMA. Es un gran ejemplo, primero, de supervivencia en condiciones muy difíciles; es un ejemplo de éxito que sirve de referencia para todas las asociaciones, fundaciones, y tiene mucha proyección en el futuro. CONAMA genera políticas y eso es muy positivo porque las políticas no se las podemos dejar solo a los políticos, desde la sociedad deben surgir esas políticas y después decirle a los políticos el futuro que queremos y ponernos a trabajar en él.
P. Al lema le añadimos la idea “Es el momento”, aunque como usted viene de decir lleva mucho tiempo siéndolo.
R. Sí, pero ahora especialmente. Yo no sé cómo decirlo para que suene nuevo, pero está claro que es ahora o nunca, es ahora o arrepiéntete para el resto de tu vida, esto lo vamos a penar como estamos penando los errores de Merkel con sus veleidades con el este y entregarse al gas de Rusia. No se pueden ignorar las cosas; si las ignoras mañana estarán allí y te machacarán.
P. Pero CONAMA es una plataforma, un lugar de encuentro, luego hay un sector.
R. Efectivamente. Desde el sector ambientalista tenemos una responsabilidad muy clara y es que estamos llamados a tener una visión integrada de un futuro de sostenibilidad, de seguridad, de resiliencia y eso es gobernanza con el objetivo final de lograr una inclusión territorial y social. No solo CONAMA, las asociaciones y el conjunto de agentes tenemos que hacer una tarea mayor que es apelar a un planteamiento para mejorar la salud del sistema para hacer un proyecto país que pasa por el saneamiento de las instituciones. Este es el gran desafío que CONAMA puede abordar porque lleva una mochila de 30 años haciendo democracia prospectiva.