El alcalde de la Valencia, Joan Ribó, ha asegurado este lunes que la Capitalidad Verde Europea pertenece a la ciudad y no al ayuntamiento. «Capital Verde Europea somos Valencia, no el ayuntamiento porque este es un objetivo colectivo», ha dicho en el Congreso Nacional del Medio Ambiente (CONAMA 2022) celebrado en Madrid.
Durante la sesión ‘Urbanismo y la movilidad’, Ribó se ha referido, además, a que a Valencia ha ganado el título de Capital Verde Europea 2024 “aprendiendo de los que sabían”. Para el alcalde, que se remonta a 2011-12, “los que sabían” eran los gestores de Vitoria, una ciudad que en ese momento ejercía la capitalidad de las buenas prácticas urbanísticas en materia ambiental.
El marco en el cual se diseña esta ciudad sostenible es el compromiso de ser una de las cien ciudades europeas descarbonizadas, una meta que el alcalde se fija para 2030, aunque para la Unión Europea sea un horizonte establecido en 2050. “Esta es una estrategia clara que hace que pongamos todos los esfuerzos en esa dirección: innovación, diseño, movilidad, energías renovables”, ha advertido.
La misión de cambiar la ciudad “para que sea una ciudad verde y sostenible” incluye el estímulo al consumo de los productos de proximidad, el ahorro y la eficiencia energéticas y la potenciación de la generación de energía fotovoltaica “en todos nuestros techos” y hasta en los cementerios, según ha enumerado el alcalde, mencionando el programa Réquiem in Power, por el cual se planea cubrir los nichos de las necrópolis con placas solares.
Otro de los logros de esa ciudad sostenible es la práctica del diálogo en mesas de participación por temáticas o barriales, además de contar con presupuestos participativos, tal como ha relatado el alcalde de Valencia frente a una sala repleta.
Los cambios en la movilidad de Valencia
Durante la sesión, en un diálogo con el profesor de urbanismo, Mateus Porto, Ribó ha afirmado que está convencido de que hay que cambiar el centro de la movilidad desde el coche privado hacia la persona que anda. Entre los logros de su gestión, en materia de contaminación debida al transporte por carretera, Ribó ha apuntado que, en 2021, se consiguieron bajar los niveles de óxido de nitrógeno y otras partículas contaminantes, algo que tiene correlato en la salud de las personas.
“¿Qué hacer con los coches particulares almacenados en el espacio público?”, ha preguntado Porto, docente en la Universidad Europea de Madrid. Ribó ha respondido: “Efectivamente, todos los coches que hay en Valencia no caben. Por el momento, la tendencia es que los jóvenes ya no están sacando masivamente el carnet de conducir. Luego, tendrá que fomentarse el alquiler de coches y plantear, además, que los no-residentes se muevan en otro tipo de transporte, para que no se desplacen en coche a los barrios céntricos. Paulatinamente, habrá que decirles a los fabricantes de automóviles que no hace falta que todos tengamos coche para usarlo una o dos veces por semana. Debemos dejar, pues, de potenciar la compra”.
En materia de movilidad, Ribó ha asegurado que en el consistorio se están dando pasos decididos dentro de la ciudad, como la potenciación de los carriles bici y el fomento del coche compartido. No obstante, ha mencionado las áreas metropolitanas (entradas y salidas de la ciudad) como la asignatura pendiente “que tenemos que resolver”. En este sentido, ha explicitado la necesidad de hacer “demandas al Ministerio de Transporte y a la Generalitat Valenciana”.
La sesión de la tarde se ha completado con la mesa sobre distribución urbana de mercancías en la ciudad de proximidad y otra, posterior, sobre la movilidad y el cambio climático a través de la renaturalización del espacio público.