«Todos los países deben presentar objetivos y políticas ambiciosos y las principales economías en particular deben revisar y fortalecer sus Contribuciones Nacionales Determinadas a tiempo para la COP27». Este es uno de los acuerdos que esta semana han alcanzado los ministros de Medio Ambiente de los 27 en el que se adoptado un mandato negociador para la cumbre del clima que se celebrará en la localidad egipcia de Sharm El Sheikh entre los próximos 6 al 18 de noviembre. El mensaje que la UE espera trasladar a la comunidad internacional es que «la acción climática ambiciosa trae beneficios para el planeta, la economía y la gente».
La cumbre ministerial tenía la presión de alcanzar un acuerdo unánime pese a la existencia de dos puntos que especialmente generaban discordia: la necesidad de apostar por reforzar los planes de reducción de emisiones de los países (Contribuciones Nacionales Determinadas) y la manera de afrontar la ambición para abandonar el carbón para la generación eléctrica.
Tensión por la situación geopolítica
Algunos países proponían que la UE envíe «un mensaje fuerte para acelerar el abandono del carbón» pero no todos están de acuerdo en acelerar esta línea «especialmente teniendo en cuenta la situación geopolítica». Por otra parte se discutía el nivel de compromiso de los países miembros porque «le pedimos a nuestros vecinos que sean ambiciosos, pero nosotros también tenemos que hacer nuestros deberes».
Finalmente, ha quedado recogido en el comunicado final esa apelación a una «mayor ambición climática que tiene que plasmarse en las Contribuciones Nacionales Determinadas antes de la la COP27».